27 Domingo del Tiempo Ordinario
3 de octubre de 2021
San Marcos 10: 2-10
El matrimonio es un trabajo duro. ¡Cualquier persona casada lo sabe! El desafío es no dejar que nuestro corazón se endurezca cuando la vida matrimonial se vuelve difícil. Debemos pedirle al Señor que ablande nuestro corazón cuando hemos sido heridos. Esto se aplica no solo al matrimonio sino a toda vocación cristiana. Cualquiera que sea nuestra vocación, pidamos al Señor que ablande nuestro corazón para que podamos amar como Él nos ha pedido.