5º Domingo del Tiempo Ordinario
6 de febrero de 2022
Lucas 5: 1 – 11
Esta semana escuchamos la historia de Pedro, Santiago y Juan siendo abrumados por el majestuoso poder de Dios. Siguiendo el mandato de Jesús, han pescado tantos peces que temen su poder. Tienen un sentido de su indignidad en la presencia de lo Divino. Este es uno de los dones del Espíritu Santo llamado Temor del Señor. No tiene nada que ver con temer a un Dios vengativo y enojado. Más bien, se trata de ser abrumado por un Dios amoroso y compasivo, y darnos cuenta de lo desvalidos que estamos siendo amigos de Dios. Su abandono de sus barcos/medios de vida y seguir a Jesús es un símbolo de su nuevo viaje, es decir, dejar de lado sus viejas ideas del Señor y abrazar otras nuevas que hablan de su amor y misericordia. Oremos por este don maravilloso para conocer a nuestro Padre.