La historia de los Discípulos en el camino a Emaús habla de cómo “les ardía el corazón mientras
les explicaba las Escrituras”. Pasajes familiares ahora les hablaban de una manera nueva, una
que revelaba que Jesús era el Mesías Prometido. ¿Qué hacen? Deben regresar a Jerusalén y
compartir su experiencia. Cuando descubrimos al Señor Resucitado de una manera nueva, no
tenemos más remedio que compartir la emoción de este encuentro. Las Escrituras hablarán a
nuestros corazones si las abrimos a Su Palabra. En otras palabras, “Todos nuestros caminos
pueden conducir a una experiencia Emaús”.