Esta parábola es de abundancia y sorpresa. El agricultor está plantando una semilla que la mayoría de los agricultores no quieren; es una plaga. Se apodera de todo el campo. Esta planta ahogará otras plantas. La sorpresa se apodera de la gente. El reino de Dios es así. Se hará cargo una vez que eche raíces. ¡Los oyentes de Jesús no vieron venir esto!