2do domingo de Cuaresma
13 de marzo de 2022
Lucas 9: 28 – 36
Hoy vemos a Jesús revelando la gloria de Dios como su Hijo unigénito. Con Jesús viajamos de la tentación a la transfiguración: del desierto a la cima de una montaña de gloria, de la muerte a la vida. Mediante la oración y las obras de caridad permitimos que la gracia de Dios nos transforme para que todos vean la bondad de Dios. Ayudamos a otros a viajar desde su “desierto personal” hacia la bondad de Dios que habita dentro de ellos. A través de nosotros, ellos también aprenden cuánto los ama Dios.